Aprende a meditar: Cómo la meditación cambió mi vida.

¡Hola a todos!

¿Qué tal? Desearía que bien, sin embargo si estáis leyendo esta entrada es porque no os va tan bien. Quizás porque hay algo que os atormenta, porque hay algo que os tiene inquietos y habéis recurrido a la meditación como método de solución al problema, pero, la meditación no os ayuda o no encontráis la manera adecuada de hacerla y que os funcione. Si es así, seguid leyendo este artículo, yo os contaré una meditación 100% efectiva que os ayudará en vuestra vida. Si estáis bien y simplemente tenéis curiosidad, también estáis invitados a seguir leyendo el artículo ;).

 ¿Cómo comenzó todo? Llegó un momento en mi vida en el que me di cuenta que tenía ansiedad. No sé qué la causó ni por qué, pero me di cuenta de que vivía en un estado de ansiedad. Lo primero que hice (como todo el mundo, supongo) es buscar en internet soluciones y una de ellas era la meditación.

Recuerdo que me bajé un audio de hipnosis guiada y lo escuchaba por las mañanas en el autobús de camino a clase y yo no sé si me quedaba dormida o si la cabeza me iba a otras cosas (o ambas), pero el audio de esa meditación guiada no me hacía nada. Más adelante probé con una app muy buena llamada Calm, que la verdad, ¡me encantó! y con esa aplicación comencé a relajarme y a meditar de verdad.

Kirtan Kriya, la única meditación que necesitas para que tu vida cambie

De pronto, un sábado de marzo, navegando por una de mis páginas favoritas encontré un artículo sobre la meditación Kirtan Kriya  como la única meditación que necesitaba para que mi vida cambiase. Me acuerdo que cuando lo leí,  el artículo aseguraba que con 11 minutos diarios era suficiente y mi reacción fue del tipo "jajajaj no te lo crees ni tú, llevo meses escuchando un audio media hora y no me ha hecho nada"; pero como yo soy una persona muy curiosa, me picó la curiosidad y me dije "voy a hacerlo, que por probar no pierdo nada". La sorpresa la encontré cuando, después de hacer la meditación me sentí como renovada, muy activa y cargada de energía y esa fue una sensación que no había tenido nunca.

Y con esto os dejo un primer #TIPcositasde20: PROBAR. En la vida hay que probar las cosas, yo no sé si esto que le ha ido bien a este o al otro me irá bien a mi si no lo pruebo.

 Si te ha picado la curiosidad (que espero que sí), aquí te dejo la explicación sobre este tipo de meditación y qué tienes que hacer para realizarla. Paula, de Unusualhippies, fue quién me enganchó a esta aventura de meditación:  http://unusualhippies.com/la-unica-meditacion-que-necesitas-para-cambiar-tu-vida-te-propongo-un-reto/ (además, te recomiendo que te pases por su web, que seguro que te gusta porque te acabas dando cuenta de que tú también eres un poco unusual hippie). A día de hoy sólo puedo decir una cosa: ¡GRACIAS PAULA!

Los retos de la meditación: mi experiencia

Yo he hecho los tres retos de meditación que nos propone Paula en su web. Se hacen durante 40 días consecutivos, ya que se necesita una cuarentena para cambiar un hábito. El enlace que os dejo más arriba es el primer reto de meditación, si os gusta y os apetece, después podríais seguir con el segundo y tercer reto. Además, Paula hizo un grupo de Facebook sobre la meditación, para apoyarnos entre los que la hiciésemos: https://www.facebook.com/groups/1343034612389010/. Os recomiendo que si empezáis a meditar, os unáis al grupo, ya que sirve de apoyo en los malos momentos y para compartir los avances en los buenos.

Fuente: terapia-física.com

•  PRIMER RETO

El primer reto fue el que más me gustó y el que mejor me fue. Le hice durante los 40 días casi seguidos (digo casi porque algún día no la hice, pero por un par de días no pasa nada). Yo apuntaba cada día el día de meditación por el que me llegaba, junto con las sensaciones que había tenido. Os aconsejo que lo hagáis porque así lleváis un control diario y veis si os funciona o no la meditación.

Al principio sentía presión en la cabeza y en el entrecejo. Es lo normal, así que si os pasa o tenéis otra sensación del estilo, no os preocupéis. Me costaba visualizar la L, sólo veía negro. Aunque tengo que deciros que llegué a visualizar dos veces una especie de buda durante unos segundos. A mi me resultaba muy difícil visualizar, pero eso va en la persona. Asimismo, pensaba en cosas y no me concentraba 100% en la meditación, ni dejaba la mente en blanco (me parece que para esto hay que hacer muuuuuuuchas horas de meditaciones). Lo importante es que yo no me preocupaba. Como dice Paula, despégate del resultado, lo más importante es la actitud, así que yo todos los días lo hacía, con entusiasmo, con ganas, para sentirme bien conmigo misma, para reencontrarme, para conocerme mejor, para sentirme tranquila. Odiaba que me molestaran o que pasara cualquier cosa que me desconcentrara y alguna que otra vez, como no quería dejar la meditación a medias, volvía a empezar. Y para que funcione, tenéis que hacerlo con ganas. Si lo hacéis por hacer no os va a funcionar. Cuando meditaba me sentía como más activa, con más energía, mejor conmigo misma,  tranquila y feliz.

Yo hacía el audio de 11 minutos. Podéis encontrar el vídeo en Youtube, pero si os suscribís por correo yo os lo mando ;). Un par de veces hice una meditación que encontré de 30 minutos y me vino muy bien, gustaba mucho la música de fondo que tenía. Os tengo que comentar que el grupo me servía de apoyo en los peores momentos y me gustaba compartir los momentos felices con ellos, así que: ¡GRACIAS GRUPO DE MEDITADORES!

Seguro que estáis pensando que todo esto está muy bien, pero ahí va la pregunta más importante: ¿Cómo supe que me funcionó? Lo supe porque por aquellos meses estaba pasando un mal momento en mi vida, la pérdida de una persona importante para mi. Pasaban los meses y no me olvidaba o mejor dicho, no lograba recordar a esa persona sin dolor, estaba en mi cabeza, no entendí alguna de las cosas que nos pasaron y eso me reconcomía. Pero así, de un día para otro, dejé de pensar por qué se acabó, dejé de recordar y sobre todo, dejó de doler. El tiempo que dedicaba a pensar en esa persona lo dejé para pensar más en mi misma, me permitía soñar despierta e imaginarme cómo me gustaría que fuese mi vida ideal.

• SEGUNDO RETO

Al finalizar el primer reto, comencé el segundo y os cuento que este reto no me funcionó. Pero eso no quiere decir que a ti no te funcione, ya sabes cuál es mi primera regla de oro ;).

No sé si fue la postura o que lo hacía sin audio o antes de ir a dormir...el caso es que esa energía y ese positivismo y todo lo que me transmitía el anterior reto, este no, así que no creo que me haga falta añadir mucho más.

• TERCER RETO

El tercer reto le comencé en el mes de julio. Al finalizar el segundo reto estaba un poco de bajón, había perdido ese positivismo que la meditación me daba. El tercer reto no le acabé, pero puedo decir que sí me funcionaba cuando lo iba haciendo.

Este reto me pilló cuando finalicé los estudios y empecé a trabajar, por lo que me sentía muy cansada y no tan motivada como con el primer reto. Creo que si me funcionaba porque me volvía a sentir más o menos como con el primero.

Al comenzar agosto, de nuevo empecé un mal momento en mi vida y decidí dejar todo, no tenía ganas de nada, solo tenía ganas de estar unos días sola, para mi. Tenía la necesidad de olvidarme de todo, de liberarme de cualquier cosa que me atara y eso incluía la meditación. Así, después de que consiguiese ser yo misma el hábito porque había hecho la meditación durante más de 120 días, lo dejé.

Pasados unos días, decidí volver a la primera meditación, que fue la que me funcionó de verdad. Ahora llevo 8 días, pero estoy contenta. Vuelvo a sentir incluso el dolor en la cabeza y no visualizo nada, todo como la primera vez cuando hice la meditación. Esta vez será para seguir, no la dejaré abandonada a los 4 meses, ¡os lo prometo!

Esta es mi experiencia. Os recomiendo que lo hagáis, que lo probéis, que por probar no pasa nada. A mi me funcionó la meditación del primer reto, pero a otro le puede funcionar otro reto o todos... eso va en cada uno.

Si te ha gustado este post, suscríbete en mi blog (abajo a la derecha) y si tienes cualquier duda, pregunta o has hecho la meditación, ¡pásate por los comentarios! ¡Me hará mucha ilusión saber que los que me leéis lo habéis hecho!

Un abrazo muy fuerte y ¡hasta la próxima!

Namasté.